“Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo”
Eso me escribió, con su letra infantil y bohemia.
Leo la tarjeta una y otra vez, toco el pétalo amarillento pegado del lado de atrás.
Me pregunto si lo hubiera escrito sabiendo que todavía hoy llora por lo que pasó.
Y que su felicidad iba a durar sólo una semana,
que después vendría un año enfermo de pasión desenfrenada y dolor extremo,
Y que esta herida no iba a cicatrizar nunca más.
Si pudiera volver a esa tarde,
Y mentirle…
Qué hubiera pasado…?
Otra vez agosto.
Estoy en una plaza, esperándolo, nerviosa.
Me muerdo los labios.
Juego con el prendedor de la pollera.
Abro la carpeta del colegio, y en una hoja en blanco anoto “miércoles 7…19 hs” y dibujo un signo de interrogación.
Escucho el motor de su auto.
Me paro y me vuelvo a sentar.
No puedo evitar que se me caigan las lágrimas.
Empiezo a sentirme mal.
Ahí viene, con su metro noventa, la guitarra al hombro, los jeans oxford, la camisa arremangada como a mí me gusta, su pelo largo y los anteojos de sol.
Y esa sonrisa…
Se me vuelven a mojar los ojos.
No…No puedo hacer esto.
Veo que en su mano trae unas flores.
Me acuerdo del chocolate que me va a regalar en 15 minutos.
Y de sus lágrimas que van a mojar mi cuello un rato después.
Me arrepiento de haber vuelto.
Quiero irme corriendo…una vez más.
Pero…ya me está abrazando.
Sí…”yo también te amo”.
Y me gustaría poder decirte que muchos años van a pasar para que vuelva a decir estas palabras.
Y que en realidad, no volví a sentir esto nunca.
Respiro profundo.
Me acuerdo de por qué volví a este invierno que tanto odio.
Tengo que hacerlo.
“Perdón…”
Otra vez volvió a llorar, pero esta vez sin abrazarme.
No llegó a darme el chocolate.
Y las flores quedaron en el banco de la plaza.
Yo también me quedé ahí…repitiendo las palabras que le dije, una y otra vez.
Escuchando durante horas el golpe que le dio a la puerta del auto,
Y los insultos.
Fue mejor así.
Una mentira para que logre ser feliz.
Tiene sentido.
Aunque me duele que me haya creído que estuve con otro hombre.
Ahora…lo que no entiendo es por qué sigo en la plaza.
No estaba imaginando…?
No estaba en mi cuarto con la tarjeta en mis manos, pensando qué hubiera pasado si…?
(…)
No…evidentemente no.
Porque miro mi agenda…y hoy es lunes 19.
El espejo me devuelve mis 18 años recién cumplidos.
Falta una hora.
Y estoy sola.
Llorando, temblando, en silencio.
Esperando que acabe este invierno que tanto voy a odiar.
Miro la flor que empieza a marchitarse en mis manos…
Me pregunto qué hubiera pasado si no le hubiera dado mi teléfono…
(…)
El otro día hablando con mi viejo, me dijo: “el habría, hubiera, hubiese, son palabras que no uso en mi vida…siempre para adelante, y el pasado queda en el pasado; es inmutable y está bien…”
Calculo que de él tomé esto de no preguntarme “qué hubiera pasado si…”, de entender todo como un aprendizaje, lo bueno y lo malo…
Pero…esto de no poder hablar sobre ciertos temas, me llevó a otras épocas.
Y hoy me senté a pensar.
Me costó muchísimo, porque lo sentí una pérdida de tiempo, además de que en realidad no cambiaría nada de mi vida.
La cuestión es que terminé viajando por un sinfín de posibilidades que terminaron llevándome a mis 8 años. Fue agobiante.
Y me puse a pensar en la cantidad de personas que no pueden escapar de ese lugar. Que viven y reviven el dolor, una y otra vez, y se quedan atadas a lo que hubiera pasado en vez de disfrutar el presente y proyectar el futuro.
Mi ex es una de esas personas.
El texto es una de las tantas imágenes que tuve.
Qué tema que tocaste Vero….
Yo tambien soy de esas personas que entienden todo como parte de un aprendizaje…aunque a veces duela muchísimo ese camino… pero a veces es inevitable esto de volver atrás, al menos en el tiempo que dura un abrir y cerrar de ojos…
Los ex! todo un tema… me pasa algo parecido de vez en cuando….mi mente me lo devuelve y hay una mezcla entre las cosas buenas y malas que me aprieta el pecho…y aunque yo esté bien como estoy hoy, sé que si no hubiera estado él sería todo muy diferente….y a veces me arrepiento, pero enseguida recuerdo que no me queda mas que dar gracias por lo vivido, ya que no puedo volver atras… y tambien lo siento una pérdida de tiempo enorme, pero la mente hace de las suyas a veces…
Es verdad que hay personas que se quedan en ese dolor reviviendolo…y es dificil convencerlas de que no vale la pena porque no se puede deshacer lo hecho…y así, se pierde el tiempo, y así, se pierde la vida…
A veces es dificil expresar palabras o razones que traigan a esa gente de vuelta a sus ganas de vivir para el presente y un posible futuro… sé que no puedo salvar al mundo ni ser una heroina…. pero cuando pienso en esa gente, envuelta en su depresión, siento unas ganas enormes de lograr que abran los ojos…. y cual es la manera vero? transmitir esperanza, fe? regalar una sonrisa, mirar a los ojos con sinceridad? no lo sé….
y aunque a veces me caiga un poquito, porque así es el ser, que se yo…lo seguiré intentando….
PD: espero no haber desvirtuado mucho…me dejo llevar con estas situaciones! el texto Vero es un desprendimiento de sentimientos que ultimamente lo que leo tuyo lo siento escrito entre suspiros, con melancolia…y mucho de tu espiritu y tu voz…. y eso llega, gracias por compartirlos!
mmmm, admito ser una de esas personas que va y viene en el tiempo. Ultimamente vuelvo bastante atrás, es como que a veces necesito encontrar “mi centro”, y creo que los asuntos no resueltos a veces tienen las respuestas. Si no rreglamos lo que dejamos suelto por ahi difíclmente podemos avanzar… o asi lo veo…
En cuanto a este tipo de historias tan cargadas de sentimientos, y a todos los planteos de “si pudiera…”, es difícil escaparse, inevitable no pensar y recaer en especulaciones… pero qu se yo… está bueno, es un lindo ejercicio, y tiene que ver directamente con lo que nos importa… acá, también admito que pienso cada tanto en mi historia cerrada a los golpazos… es difícil sacar a alguien de la vida de uno… muy difícil, y el tiempo no siempre cierra las heridas…
Vero, me encantó, y coincido con tamy, cada vez escribís cosas que denotan más tu sensibilidad, y poner tanta vulnerabilidad en un texto es algo hermoso, y un privilegio leerlo.